¿Eres consciente de cómo te ven los demás? , ¿de cómo te ves tú mismo?
Causar una buena impresión es impactar con tu presencia, imagen y acciones, pero esto se trata de mucho más, se trata de ser percibido de la manera en que quieres ser percibido.
Si no contamos con la habilidad de comunicar nuestros pensamientos e intenciones a los demás de forma consistente y precisa, ninguno de nosotros va a tener éxito.
¿Qué es lo que las personas están viendo en tus palabras y en tus acciones?, ¿entiendes la forma en la que eres visto? , ¿sabrías crear el mensaje adecuado a lo que quieres?
¡Toma el control del mensaje que estás enviando!
Ten claro cómo quieres ser percibido y se consciente de que estamos en un mundo en el cual las relaciones son todo y nadie logra nada estando solo.
La incómoda verdad es que la mayoría de nosotros no logra ser percibido de la forma en que quisiera, pues no somos capaces de vernos de forma verdaderamente objetiva, y tampoco puede hacerlo nadie. Los seres humanos tenemos una fuerte predisposición a distorsionar el feedback que recibimos de otras personas para acomodar nuestros propios puntos de vista. Esto puede causarte graves problemas en tu vida personal y profesional. Las personas pueden no creerte, pueden no gustar de ti o, incluso, es posible que ni siquiera noten tu presencia, como resultado de estos errores en la percepción.
La forma en que nos vemos unos a otros difiere mucho de ser justa, la percepción está regida por reglas y sesgos que podemos identificar y anticipar. Es por ello que me gustaría ayudarte a entender de qué forma eres percibido por otras personas y el brindarte herramientas para gestionar tus palabras y acciones, de tal forma que puedas enviar las señales que quieres enviar.
Saber de qué forma somos realmente percibidos – en una entrevista, en una llamada, en tus interacciones diarias con tu jefe o tus colegas, amigos o familia – pueden atribuir en gran medida a casi todos los aspectos de tu vida laboral. Es la clave para dejar y para mantener una buena impresión, para ser respetado y valorado, para sobresalir y para no perder lo que ya se tiene.
Comunicarte de forma efectiva, renueva y fortalece tus relaciones, además de que podrás ser reconocido como la persona que realmente eres y, en los momentos en que más importa, de ser percibido de la forma en que quieres ser percibido
Ten en cuenta que eres asombrosamente difícil de entender, es parte de nuestra naturaleza. La manera en la que otros nos ven y la manera como creemos que nos ven tienen una correspondencia débil, por lo cual debemos comprender como funcionamos:
Sin darnos cuenta , somos víctimas de dos suposiciones erradas: primero que los demás te ven objetivamente tal como eres y , segundo, que los demás te ven tal como tú te ves a ti mismo.
Estas suposiciones se equivocan, pues en primer lugar eres un acertijo cubierto por una constante incógnita. Eres mucho más difícil de leer de lo que te imaginas. No es posible ser un libro abierto, se necesitaría examinar tu mente, y eso es ¡imposible!
En segundo lugar ten presente que tus actos están sujetos a la interpretación, de alguna forma las palabras y los actos son interpretados para poder atribuirles significado, lo que hará que nunca puedas ser visto como eres, de forma objetiva. Eres el único que tiene acceso a tus pensamientos e intenciones, los demás se ven obligados a adivinar lo que tienes en mente, lo que hace que sea fácil que esas interpretaciones sean diferentes a la tuya, los demás no te ven como tú te ves a ti mismo.
Además de esto, hay que tener en cuenta que tampoco estás haciendo lo suficiente para darte a conocer ¿o sí?
Tus emociones son menos obvias de lo que tú te das cuenta y tu cara es menos expresiva de lo que crees. Sin embargo, tampoco nadie es totalmente imposible de conocer, algunos de nosotros somos más fáciles de entender que otros, todo está en que debemos aprender a ser un “buen objetivo”, es decir debemos expresar con maneras que permitan a otros leernos con mayor precisión.
Para que esto sea posible se deben cumplir con 2 cosas desde nuestro rol como emisores del mensaje y las cuales podemos controlar claramente:
1) Hacer que la información esté disponible.
Debemos poner a disposición de los demás información acerca de nosotros y esta debe proporcionar evidencia de las cualidades particulares que estamos tratando de transmitir. Se me ocurre un famoso ejemplo:
Una persona le pregunta a otra.
– ¿estás feliz?
A lo que responde.
-Si
Y el feedback final, es.
-¡avísale a tu cara!
No hay información de que transmita lo contrario, hay que dar enviar el mensaje correcto.
2) La información debe ser relevante
Cuidado con la información que transmites o dejas de transmitir, la gente siempre llena espacios vacíos por su cuenta, imaginando para ti todo un perfil de personalidad que puede o no ser acertado. Ten claro cómo quieres ser percibido o enviarás el mensaje equivocado.
Es mejor ser una persona fácil de apreciar, es decir, permitir que los demás nos lean con facilidad y precisión, he leído acerca de unos estudios que mencionan, que las apersonas más fáciles de leer están psicológicamente mejor adaptadas, lo que hace que sean más felices, que estén satisfechas con su vida personal y profesional, sus relaciones son más duraderas y tiene propósitos claros. Estas personas serán capaces de llevar una vida AUTÉNTICA y tiene confianza en su autoconocimiento (que es primordial en Personal Branding). Por lo que queda claro, si la gente nos ve tal como nos vemos nosotros mismos, entonces no tenemos que soportar todas esas reacciones perturbadoras y generadoras de dudas con las que tienen que convivir las personas a quienes se les malinterpreta todo el tiempo.
La vida es más sencilla cuando nos vemos y somos auténticos, pues se nos proporcionan oportunidades y apoyo que nos benefician. No pierdas tiempo, gestiona la percepción que estas generando, se percibido de la manera en que quieres ser percibido.