En el competitivo mundo corporativo, destacar y demostrar tu valor único es esencial para avanzar en tu carrera. Una propuesta de valor eficaz para tu marca personal te permite presentarte como una inversión indispensable para tu empresa. Esta propuesta puede estructurarse usando la fórmula que desarrollamos identificando los aspectos clave que requieres trabajar:
Ahora te vamos a explicar cómo aplicar esta fórmula para articular claramente tu valor dentro de un entorno corporativo.
Componentes de la fórmula
Beneficios tangibles: Estos son los beneficios concretos y medibles que aportas. Pueden incluir el incremento de ingresos, la reducción de costos, la mejora de procesos o el aumento de la eficiencia. Por ejemplo, podrías destacar un proyecto bajo tu liderazgo que resultó en un aumento del 20% en ingresos y una reducción del 15% en costos operativos.
Beneficios intangibles: Estos beneficios son cruciales pero menos cuantificables. Incluyen la mejora del clima laboral, el aumento de la moral del equipo, el desarrollo de una cultura de innovación, y la mejora de la satisfacción del cliente. Puedes mencionar cómo tus habilidades de liderazgo han fomentado un ambiente de trabajo más colaborativo e innovador.
Relevancia: Demuestra cómo tus habilidades y resultados están alineados con las necesidades y objetivos estratégicos de la empresa. Esto podría ser tu experiencia en tecnologías emergentes o tus habilidades de liderazgo que reflejan los valores corporativos.
El objetivo principal es resaltar y “maximizar” estos tres elementos de la fórmula, para que el valor percibido sea muy superior.
Obstáculos y riesgos: Identifica cualquier obstáculo o riesgo que la empresa podría percibir en relación a tu contribución. Esto puede incluir la necesidad de recursos adicionales, el tiempo necesario para la adaptación a nuevos procesos, la resistencia al cambio, o posibles conflictos internos.
Para los obstáculos y riesgos será necesario buscar reducir estas posibles “ideas”, abordándolas desde un enfoque resolutivo. Vamos a ver un ejemplo:
Aplicación práctica de la fórmula
Para ilustrar cómo aplicar esta fórmula en una situación real, consideremos un ejemplo específico:
Propuesta de valor:
“He liderado proyectos que no solo han mejorado los resultados financieros sino también han enriquecido la cultura corporativa, fomentando un entorno de trabajo más eficiente y agradable.”
Para abordar los obstáculos y riesgos:
- Inversión inicial: “Estoy preparado para gestionar la inversión inicial en equipos y software, asegurando un retorno sobre la inversión ágil y efectivo.”
- Adaptación del equipo: “Implementaré un programa de capacitación para facilitar la adaptación del equipo a nuevos sistemas y procesos.”
- Resistencia al cambio: “Utilizaré mis habilidades de liderazgo para navegar y minimizar la resistencia al cambio, asegurando una transición suave y efectiva.”
- Comunicación entre departamentos: “Fomentaré una comunicación constante y abierta entre los departamentos para prevenir y resolver conflictos internos.”
Desarrollar una propuesta de valor convincente para tu marca personal te permite destacar en un entorno corporativo y demostrar cómo tu presencia puede traducirse en beneficios tangibles e intangibles para la empresa. Al equilibrar eficazmente estos beneficios con los posibles obstáculos y riesgos, puedes posicionarte como un líder indispensable y un catalizador de cambio positivo dentro de tu organización.