fbpx

PBEX México, 2018: gerencia, política, y la figura del personal brander, como temas de marca personal

Amigo lector:

Si has seguido esta serie de artículos temáticos (que ya va por su tercer post), o si me sigues en redes, en mi blog u otros espacios, sabes que te saluda cordialmente el profesor cubano Vladimir Estrada, radicado en la República Dominicana, y trabajando en y desde aquí sobre marca personal, liderazgo, gerencia, educación, academia y otros temas; y luego de agradecerte de todo corazón por tu visita y lectura, me place mucho dar continuidad hoy a la serie de artículos que vengo proponiéndote sobre los temas que compartiremos contigo, este mes de noviembre, los casi treinta especialistas de cuatro continentes que seremos expositores en el Tercer Congreso Internacional de Personal Branding PBEX México, 2018. Un evento cooperado por un equipo de profesionales de excelencia en el campo, encabezados y liderados por las grandes colegas Daniela Viek (nacida en Brasil, y quien fundó en 2016 de estos eventos de alcance mundial) y Nancy Vásquez (natural de México, y líder de la empresa Integra Personal Branding, que organiza esta tercera edición del Congreso).

Debo aclararte que por algunos cambios recientes en la programación del Congreso y en sus participantes (algo normal en este tipo de evento), el orden en que te estaré ofreciendo los temas ha variado con respecto al plan original que te propuse en el primer post de la serie; pero ello no será óbice para ofrecerte mi mirada a cada uno de ellos (tan informativa y analítica como me sea posible en el breve espacio de que dispongo para hacerlo), dadas las características de estos trabajos y del medio que tan gentilmente los acoge: el blog de Integra Personal Branding.

Uno de los cambios de mayor impacto es que el tema Marca Personal vs. Marca Corporativa, acerca del cual traté en el artículo que abrió la presente serie temática, ya no será abordado por la reconocida experta brasileña Daniela Viek, sino por el también gran experto portugués Nelson Emilio. De él puedo decirte, siguiendo la presentación visible en su web, que “nacido en el mundo altamente competitivo de las empresas multinacionales de TI, Nelson se desempeñó como entrenador y director comercial durante 18 años en varios países, en tres continentes, donde descubrió la importancia de la marca personal y su impacto en los negocios, la progresión profesional y la vida personal.” Además, “…es un apasionado de las personas y apoya a las compañías y los líderes de todo el mundo en la gestión de la reputación, y les ayuda a alcanzar el éxito aprovechando todo su potencial a través de su marca personal.”

Sobre su abordaje del tema que tratará, puedes juzgar con estas dos citas:

Tu marca personal es TU promesa de valor, desempeño, y el reflejo de tu verdadera identidad. La proyección de tu marca de forma clara y consistente creará una experiencia memorable en la mente de las personas con las que interactúas, generando el impacto requerido por tu negocio, tu carrera, o dentro de tu empresa. Se trata de llevar lo que eres a lo que haces y cómo lo haces.

Desarrollar tu propia marca de liderazgo dentro y fuera de tu organización transmite tu identidad y las características que te distinguen como líder.

Claro y preciso, ¿verdad? Definitivamente, alguien con tales criterios puede dejarnos muy bien puestos los puntos sobre las íes en un tema tan complejo y actual como el vínculo entre la marca personal y la marca corporativa, cuya gestión efectiva depende tanto de la calidad y la efectividad del liderazgo organizacional (tema sobre el cual no abundaré hoy por haberlo hecho ya en el primer post de esta serie, y sobre el que puedes ampliar en mi reciente trabajo “Marca personal y empresa: la otra verdad”).

Dato muy curioso (¡y esperanzador, en varios sentidos!): Nelson disertó en abril de este año en una Conferencia Internacional de Recursos Humanos celebrada en Macedonia (evento cuyo muy sugerente tema central fue muyyyyy significativo: “From HR to RH – Respect for Humanity”), y lo hizo con el tema con el tema “THE POWER OF ONE! LEVERAGING PERSONAL BRANDING IN A CORPORATE WORLD”…¡Siguen soplando vientos de cambio! ¡Y te recomiendo la magistral charla TED de este reconocido experto, también dictada el pasado abril, titulada nada menos que “The Sky is not the Limit”!

Entonces, vistas ya las credenciales del Maestro Nelson Emilio, te incluyo hoy el tema que definitivamente desarrollará Daniela (a quien te introduje en el primer trabajo) tras el cambio ya mencionado: ella nos hablará, con muchísimo criterio por ser el área en la cual manifiesta su amplio expertise, acerca de Cómo ser Personal Brander.

Amigo lector: dando paso entonces al desarrollo del post, te presento ya las tres propuestas temáticas correspondientes a esta segunda entrega. Gracias por ser, por estar, por acompañarme hoy y siempre.

Cómo ser personal brander

Hace unos tres años, en un artículo publicado originalmente en Puro Marketing y luego exportado a mi blog (se titula “Más humanos y menos dioses: gestionemos marcas personales creíbles”), hice referencia a la importancia de ofrecer al mercado -en nuestro rol de prestadores de servicios profesionales- unas expectativas de logro  creíbles y alcanzables, al desarrollar nuestros procesos de marketing personal. Ello aplica plenamente al personal branding, y por supuesto, a quienes lo trabajamos como actividad profesional: los así denominados  personal branders (llámesenos asesores, o consultores, o estrategas, o inclusive coaches de marca personal). La denominación no es lo más importante, como sí lo es la profesionalidad.

El Maestro y gran experto en personal branding Jordi Collell ha expuesto (en su artículo Qué tienes que buscar en un consultor de marca personal) algunos puntos clave sobre la selección de un profesional para que nos acompañe en nuestros procesos de branding personal. Entre ellos, propone considerar su historia de vida (debe haber sido de cierta intensidad, la cual le permita, pienso yo, atesorar vivencias pertinentes a la profesión –y yo agrego, en apoyo a eso: no es posible enseñar ni ayudar a vivir sin haber vivido-); tener en cuenta que exista cierta afinidad de trayectos y lenguajes profesionales; que pueda acreditar formación académica y no solo desarrollo experiencial; igualmente, que gestione su propia marca con efectividad, y pueda demostrarlo; y por último, que posea, domine y aplique un método de trabajo que sea compatible con lo que se pretende alcanzar en el proceso.

Estas ideas de Jordi me parecen excelentes, como puntos básicos para explorar, y posteriormente, profundizar y decidir. Sin ellos, nos faltaría información clave, si somos clientes. Pero entonces, ¿cómo puede lograr un personal brander gestionar estos y otros puntos, para convertirse en la opción preferente de sus clientes?

Por su parte, la también Maestra y experta en el tema Arancha Ruiz ha publicado varios interesantes posts en los cuales trata el tema. Entre ellos:

El consultor de marca personal y el coach (donde define y clarifica algunas diferencias y también varios puntos en común entre ambas profesiones, destacando el ámbito -hacia fuera- y las líneas clave de actuación del personal brander, así como la franqueza absoluta que debe distinguir su trabajo);

Verdades sobre la profesión de consultor de marca personal (un breve y rico trabajo donde describe aspectos y facetas de la profesión, menciona sus principales retos, expone posibles rangos de ingresos, y nos deja este fantástico cierre: “Como consultor de marca personal tu labor es darles alas y timón para su talento y tu remuneración no es solo el dinero, sino saber que esa persona está llegando muy lejos.”); y

La marca personal no va de gurús (en el cual analiza y comenta breve y magistralmente una cita de un libro, la que se explica por sí sola en relación con nuestro tema de hoy: “Es muy difícil practicar lo que se predica. Y no solo lo es para mí (…) el oscuro secreto de los que están en el negocio de decirle a los demás lo que tienen que hacer y cómo lo tienen que hacer es que al final somos nosotros los que necesitamos que alguien nos diga qué tenemos hacer y cómo lo tenemos que hacer.” ¡Sin comentarios!) Las negritas de las citas y los demás textos son mías, obedeciendo a lo que me interesa destacar de ellas en función de cómo ser personal brander.

Así mismo, amigo lector. ¿Cómo ser personal brander? Para responder la compleja y ambiciosa interrogante que encabezará en PBEX México 2018 la ponencia de la prestigiosa experta Daniela Viek, se me torna imprescindible la integración sistémica de dos miradas. Una, la de las exigencias técnicas de la profesión; y otra, la de las exigencias humanas. Porque como muy bien ha afirmado y sustentado con investigaciones el gran Howard Gardner, “…las malas personas no pueden ser profesionales excelentes.” Entonces, pienso que un personal brander debería ser capaz de comportarse como buen profesional a la misma altura que se comporta como buena persona, y viceversa. ¿Pero cómo funciona esto?

Recientemente he publicado un post titulado “Mito # 8: Abundan los expertos en marca personal” (la primera parte: faltan otras dos que están en proceso), donde propongo y fundamento conceptual y metodológicamente un grupo de áreas que deberían ser dominadas por quien pretenda trabajar profesionalmente en este campo, demostrando además lo muy difícil que resulta materializar un verdadero expertise en él. Pero aún asumiendo que así sea, que estas sean las áreas requeridas, ¿cómo pueden integrarse y ser aplicadas al desempeño, en función de los diferentes contextos a intervenir?

Estas y otras preguntas tendrán seguramente cumplida y competente respuesta en la ponencia de la excelente especialista brasileña Daniela Viek, a quien ya te he presentado en el primer post de esta serie. Solo te reitero dos datos que constituyen hitos en su extensa trayectoria y son ilustrativos de su nivel: Daniela fue Certificada como Personal Branding Strategist por Reach Personal Branding (¿necesitas que te presente a esta empresa? ¡Por Dios!), y es la creadora y gestora principal de estos Congresos de alcance mundial, que reúnen a gran parte de los profesionales más reconocidos del campo a nivel internacional, y a cuyo máximo aprovechamiento te estoy invitando y motivando en esta su tercera edición, PBEX México 2018. ¿No te parece suficiente aval?

¡Yo no me la perdería, y te aconsejo que no lo hagas!

Executive branding

Amigo lector: muy poco tengo que decir que no haya dicho antes sobre la integración entre este fundamental tema y su brillante expositor Guillem Recolons (así como sobre los desarrolladores modos en que él lo encarna y lo proyecta al entorno). Pero como tú necesitas información para planear y gestionar tu participación en el Congreso y los tiempos que dedicarás a cada tema (aunque vuelvo a recomendarte que no te pierdas ninguna ponencia), procuraré proveértela de forma tan sucinta como pueda, y enlazándote contenidos donde podrás ampliar al respecto. 

El liderazgo gerencial en las organizaciones es, necesaria e inevitablemente, un tema de marca personal. Como lo he planteado antes, “a usted lo nombran gerente para que ocupe un puesto, pero la condición de líder tiene que ganársela”, y lograr eso implica “ser y dejar a su alrededor una marca personal” constitutiva del modo en que usted haya logrado (o no) que todas las personas allí sepan, quieran y puedan ser y hacer en cada momento todo lo necesario para contribuir al logro de los objetivos organizacionales, en la mayor armonía posible con sus propios objetivos personales de desarrollo. Porque liderar personas se trata de ellas, no de usted. De enfocarse en ellas, no en usted. De servirles a ellas, no ellas a usted.

Pues una organización obtiene resultados a través del trabajo de sus colaboradores, no de ningún otro modo; y debe haber un liderazgo gerencial genuino y efectivo que genere los espacios, proporcione o potencie los motivos, defina los trayectos y provea los soportes para que ellos aporten tales resultados. Dice el gran gurú Dave Ulrich que “…una marca de liderazgo personal fuerte permite que todo lo que sea poderoso y efectivo de su liderazgo se haga del conocimiento de todos sus colegas a lo largo y ancho de la organización, permitiéndole generar el máximo valor.”

¡Generar VALOR! A eso deben dedicarse los líderes organizacionales. Hace un par de años, hice un análisis del Proyecto Ponte en Valor, creado, desarrollado y gestionado por tres amigos y colegas de tanto valor humano y profesional como Eva Collado, Guillem Recolons y Fran Segarra, y lo describía planteando que  el proyecto Ponte en Valor es, definitivamente, una refrescante y promisoria iniciativa en los caminos de la necesaria refundación del liderazgo –necesidad global, no solo española-, a partir del imprescindible relanzamiento –desde la gestión efectiva de sus marcas personales– de los actuales y futuros líderes.” Con humildad te sugiero leer con calma ese trabajo. Hay en él muchísimo de ellos tres y de su excelente enfoque del tema, amén de mis propias ideas y valoraciones al respecto.

Antes de este esfuerzo y después de él, Guillem ha trabajado con mucha fuerza, pertinencia y sistematicidad acerca del Executive Branding (y lo sigue haciendo hoy). Por ejemplo, en Soymimarca (empresa líder del sector, de la que es cofundador y socio), el equipo de consultores lo ha trabajado a través de un Programa cuyo contenido se basa en Diagnóstico, Estrategia personal y Plan de comunicación alineado con la estrategia global de la empresa. Y en otros diversos proyectos en los cuales participa (posiblemente él sea hoy el de mayor presencia e impacto  internacional entre los expertos en personal branding en nuestro idioma), ese tema constituye una de las áreas de máximo interés.

Porque es imposible sobrestimar el rol de los directivos en el desarrollo y posicionamiento competitivo de las organizaciones. Como bien ha planteado mi amiga y colega, la reconocida personal brander venezolana Ylse Roa, “es fundamental generar y desarrollar un adecuado clima y cultura organizacionales, que permitan la convergencia entre los valores y objetivos personales junto a los corporativos; mantengan motivados a sus miembros,  favoreciendo el incremento de su calidad de vida, promoviendo su desarrollo personal y profesional. Y en consecuencia, incrementen el sentido de pertenencia a la Institución; lo que finalmente se traducirá en compromiso y lealtad hacia la marca corporativa. Todo lo cual constituye una tarea estratégica de los líderes en posición gerencial, cuya marca personal de liderazgo fluye y se proyecta al entorno interno y externo de sus organizaciones, precisamente, a través de los modos en que ellos marcan e impactan haciendo y logrando (entre otras muchas) estas cosas.

Te recomiendo leer Executive Branding. Todo empieza por arriba, un breve e ilustrativo post en el cual Guillem nos enlaza otros importantes y muy valiosos contenidos sobre el tema. Solo una brevísima cita del artículo, que te proporciona una mirada básica al tema y sus beneficios: “Impulsar el desarrollo de la marca personal de los directivos supone un beneficio para la organización y para los propios directivos: es el alma del Executive Branding. La organización logra portavoces más eficaces y empáticos, alineación de valores, mayor alcance de la comunicación y mejora muy clara en la confianza hacia los stakeholders, tanto internos (equipos, comité de dirección…).” Y evidentemente, las organizaciones españolas (en este caso, de Murcia) se han percatado del potencial de este Maestro para producir resultados en tal sentido, y pretenden aprovecharlo. Revisa esta noticia de hoy, 6 de noviembre de 2018: Guillem Recolons enseñará a los directivos a mejorar su propia imagen de marca…¿Qué tal?

De Guillem, del gran Guillem, de mi amigo y Maestro Guillem, ¿qué más decirte que no sepas? Solo recomendarte encarecidamente que, si trabajas o te interesan estos temas y su práctica en el ámbito de las organizaciones, bajo ninguna circunstancia te pierdas su presentación en PBEX México 2018. En ella se puede transformar radicalmente tu visión de este tema; así de importante e impactante ha de ser. ¡Te lo garantizo!

Marca personal vs. partidos políticos

Yo creo en las personas, no en los partidos. Esta afirmación ha sido y es frecuente en mi vocabulario profesional, inclusive en momentos en que me ha tocado ofrecer formación o consultoría a grupos o individuos vinculados a ese tan complejo mundo de la política. Pues como afirmo en un trabajo de próxima publicación, mi enfoque de investigación, consultoría, formación y producción sobre este tema está y estará  siempre “…dirigido a las personas que hacen de la política lo que ella es.”

Y sigo afirmando en ese trabajo: “Yo no creo en los partidos, yo creo en las personas. Yo trabajo con personas, desde las personas, por y para las personas. Estudio y analizo personas, sus rasgos, sus trayectos, sus evoluciones e involuciones, sus conductas, sus relaciones, interacciones e integraciones -por ejemplo, en Partidos-, sus prácticas, sus resultados, y la marca personal que con todo ello generan, para proponer a partir de eso (aunque por obvias razones profesionales mucho de ello quede en la sombra). Mi prioridad está en lo humano, y desde ello, en lo social. Un partido es un ente social de génesis y vocación política, formado por humanos, dependiente de los humanos, y cuya esencia debe ser necesariamente humana; cuando se convierte en instrumento de unos pocos entre esos humanos que lo han formado y conformado, y deja de servir a los intereses de la gran mayoría de ellos -y especialmente, a la gran masa de pueblo a cuyo servicio deberían estar todos los partidos-, para mí pierde su razón de existir.”

Como lo he planteado en una imagen creada hace un par de años, la política no es mala ni buena, limpia o sucia, transparente u opaca. La política es lo que los políticos hacen de ella, desde ella, por ella y con ella. Por eso la calidad y efectividad de la política depende de la marca personal de los políticos. Entendiendo la marca personal, por supuesto, como un resultado derivado de la integración del ser, el hacer y el logro de tales personas en las diversas esferas de su vida; en este caso, con el foco puesto en su vida política, pero inevitablemente permeado por todas las demás áreas de su existencia. 

Y puesto que la mayor plataforma para el ejercicio organizado de la política lo son los partidos políticos, y es dentro de ellos donde generalmente nacen, se incuban, se desarrollan y son promovidos mayoritariamente los liderazgos políticos, el ejercicio de la política desde una perspectiva partidaria es, necesariamente, un asunto de marca personal. El trabajo político que hacen (o deberían hacer) los partidos, tiene necesariamente como sustento (o debería tener) el que hacen (o deberían hacer) sus líderes -o aspirantes a serlo-, a partir del cual estos generan una determinada marca personal de liderazgo político; marca personal que, en muchos casos, resulta definitoria del posicionamiento institucional del partido en cuestión. Pues como afirmo en un post de 2015 en mi blog,

…la persona que es usted, líder político, líder de masas, solo puede ser conocida y reconocida a través de su origen, su historia, sus hechos y sus logros, y la forma en que todo ello se integra y se proyecta a su entorno y al mundo en y desde su figura. Obviamente, estamos hablando de su marca personal. Y en su caso, líder político, líder de masas, esta marca personal tiene que ser contentiva, portadora, medio de comunicación pública, y por qué no, plataforma de venta al electorado, de unos principios, unos valores, un ejemplo, unos conceptos y modelos de vida y conducta compatibles con el mensaje que usted vende a la sociedad que pretende liderar. De otro modo, caerá indefectiblemente en la incoherencia, la demagogia, la mentira, el fraude. O sea: más de lo mismo. Y su marca personal quedará “marcada” como uno más, o más de lo mismo.

Reafirmo esta lógica con otra cita del mismo post:

“El marketing político no vende ideas, modelos, ni proyectos: vende personas, o sea, se convierte de facto en marketing personal. La gente no compra una idea: compra a la persona que la propone y sustenta. No compra una propuesta de cambio, sino a la persona que ha de ser el agente de ese cambio. Las ideas, los modelos, los proyectos, son intangibles, o en todo caso, se hacen tangibles (legibles) en papel o pantalla, estando entonces requeridos de materialización práctica; pero las personas que los proponen y promueven son muy reales y tangibles, y pueden ser responsabilizadas por un resultado, sea este favorable o desfavorable.

Los líderes son personas. La gente compra personas.”

Y como tantas veces he dicho y sustentado, la mejor combinación posible entre el ser y el hacer de una persona define mucho de su tipo, nivel y calidad de logro; y entre las tres dimensiones (ser, hacer, lograr) se genera, se proyecta e impacta al entorno la marca personal en cuestión. Ello es así en toda esfera de la vida; y por supuesto, también en la política. Teniendo en cuenta todo ello, ¿te cabe alguna duda de que para los partidos políticos, la marca personal de sus líderes debe ser un tema estratégico de primer orden?

Así me he referido a esto en otro trabajo de 2016:

Cuando alguien quiere ser un líder político genuino, profesional, impactante y trascendente, tiene que asumir las inevitables implicaciones y consecuencias personales, muchas veces negativas, de tal ejercicio. Solo así puede construir, cultivar y proyectar una sólida y efectiva marca personal de liderazgo político. Porque tanto en el liderazgo como en la política, todo se trata de personas, y la única manera de hacer política bien hecha, o sea, de poder servir bien a las personas desde el oficio y el liderazgo político, es hacerlo de modo muy personal.”

En PBEX México 2018 este importantísimo tema será abordado por la muy reconocida, ampliamente experimentada e internacionalmente prestigiosa experta Edurne Ochoa, Asesora de la OEA para Latino América. Ella es Consultora en Imagen & Comunicación Estratégica, con especialidad en Imagen Política. Master en Comunicación no Verbal y Detección de Mentiras. Su participación  tiene el valor agregado de que ella es natural del país sede del Congreso (y obviamente muy conocedora de este), el cual tiene gran peso e impacto continental y mundial, y donde aún resuenan ecos de importantísimos y trascendentales procesos políticos recientes en los cuales la marca personal ha jugado roles estratégicos; por ende, constituye sin dudas un interesantísimo escenario de aprendizaje, análisis y proyección investigativa, académica, consultiva y práctica, en todo lo cual Edurne podrá ilustrarnos con gran amplitud y pleno rigor conceptual y metodológico. Te bastará hacer un recorrido por su sitio personal para darte cuenta de que estamos ante alguien muy capaz de aportarnos muchísimo valor sobre este tema.

Mira cómo se nos presenta ella en LinkedIn: “Con más de 10 años de experiencia, he llevado campañas políticas, he capacitado equipos de gobierno y campaña. Soy columnista en diversos medios de comunicación. Asesoro a empresarios y corporativos.” Y en su web se declara que ella “…ha asesorado a gobiernos, políticos y equipos de campaña en temas como: Branding, Imagen Política, Comunicación Política, Estrategias en Comunicación No Verbal, Marketing Político, y Estrategia Electoral.” ¿No te parece que esta presentación de Edurne Ochoa en PBEX México 2018 es un manjar intelectual como para no perdérselo?

A modo de conclusión

Amigo lector:

Hoy te he propuesto solamente tres de los temas que veremos en PBEX México 2018; todos complejos, todos de gran actualidad y pertinencia, y todos en manos y voces de relevantes expertos que tienen muchísimo que darnos desde su gran preparación y experiencia; y además, me he permitido ofrecerte algunos elementos sobre la relevante trayectoria profesional de uno de los expositores del Congreso, cuyo tema ya fue abordado en un post anterior. En dos o tres días, tendrás a tu disposición el cuarto post de la serie, con al menos cinco o seis temas más; y luego el quinto y el sexto, hasta concluirla. No olvides que faltan muy pocos días para el disparo de arrancada, y que no debes perderte este importante evento: el valor que te puede aportar para la gestión efectiva de tu marca personal, vale cualquier esfuerzo; y te aseguro, vale tu tiempo.

Recibe un fuerte brand/abrazo de tu siempre amigo…

Vladimir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?