Actores,actrices,exfutbolistas,comediantes,y muchas otras personas que pueden resultar atractivas por características físicas además de ser “reconocidas” están siendo llamadas por los partidos políticos para contender en las elecciones.
No es casualidad que esté aconteciendo esto, no solo es en México, países como Brasil, Perú, Estados Unidos, etc., han tenido una tendencia a la alza de este tipo de participantes en sus campañas políticas.
Pero ¿por qué ellos?
Para poder ocupar un lugar en la mente de las personas y ser elegidos, se requiere de familiaridad, de que te identifiquen y seas atractivo (suma de características físicas,sociales y emocionales) para quien te va a elegir.
Existen algunos aspectos que condicionan la percepción de tu marca personal o la marca personal de cualquier otra persona, es importante poder identificar estas condicionantes para poder lograr una percepción adecuada.
La percepción juega un rol fundamental cuando de campañas políticas se trata, se trata de ganar elecciones más allá de hacer una carrera política sostenible en el tiempo.
Los partidos saben que han perdido credibilidad con los años, surgen partidos constantemente al igual que desaparecen (México principalmente).
Es por ello que están apostando por las marcas personales, en algunos casos muchas de estas personas cuentan con características que van a condicionar su percepción a través de un sesgo cognitivo y lograrán crear familiaridad, para posteriormente conseguir votos.
La estrategia del efecto halo
El efecto halo es un sesgo cognitivo (prejuicio o atajo cognitivo) que podemos observar con frecuencia en nuestro día a día.
Este efecto consiste en realizar una generalización errónea a partir de una característica o cualidad de una persona o cosa.
En pocas palabras se trata de cuando realizamos un juicio previo a partir del cual generalizamos el resto de características.
Lo hacemos cuando vemos, por ejemplo a alguien atractivo y asumimos (de forma inconsciente) que también su personalidad nos resultará igual de agradable.
Si alguien es atractivo o guapo le atribuimos otra serie de características positivas sin haber comprobado si las tiene o no, por ejemplo como que es inteligente, seductor o agradable. Esto hará que se desee estar cerca de él o ella.
Y en caso contrario, si alguien nos parece feo, podemos pensar que será una persona aburrida, poco amigable o que no es de fiar, y entonces lo evitaremos.
Ahora bien, lo bonito no siempre es bueno ni un solo rasgo es suficiente para trazar una idea general y absoluta sobre una persona o dimensión.
El efecto halo nos lleva a otorgar características a partir de muy poca información, es decir, presuponemos, valoramos e incluso llegamos a concluir determinados datos sin saber lo peligroso que puede resultar en ocasiones algo así.
Las personas emitimos juicios de valor de forma habitual e inconsciente, nuestra naturaleza nos lleva a clasificar a las personas o las cosas para eliminar miedos además de ahorrar energía.
Nuestro cerebro necesita hacerse una rápida idea sobre aquello que le rodea. Necesita saber de qué o quién puede confiar, quién le ofrece seguridad y de qué es mejor mantenerse alejado..
El efecto halo es un efecto psicológico muy usado como estrategia para mejorar la imagen de algunos productos y posicionar mejor una marca en el mercado.
Este efecto no basta por sí solo debe ir acompañado de experiencias y emociones reales, no basta con parecer, hay que ser y sustentar a través del tiempo y las acciones que el candidato es realmente de fiar,pero sobre todo que está capacitado para ofrecer resultados.
Para generar una buena estrategia como partido y/o candidato se requiere trabajar en la buena gestión y fortalecimiento de la marca personal entendiendo puntos fuertes y débiles, credenciales y profesionalismo.
Habilidades y recursos como persona o profesional, pero además debe existir una buena inversión de tiempo, las personas con alta visibilidad son llamadas a los partidos precisamente para evitar esta inversión de tiempo.
No hay nada como que un candidato desarrolle habilidades y su marca personal (que nada tiene que ver con un color de vestimenta).
Aquí algunas características de debería poseer un buen candidato para convertirse en un verdadero líder político:
- Liderazgo
- Comunicación
- Autoconocimiento
- Autenticidad
- Inteligencia emocional
- Congruencia
- Orientación al servicio
- Preparación profesional
- Visión
- Objetividad
- Comportamiento ético
- Honestidad
Un candidato normalmente tiene a su lado asesores expertos en comunicación política y protocolo que le aconsejan qué decir y cómo comportarse, pero ¿ eso lo lleva a tener éxito por sí mismos o es el éxito de los asesores?
Entonces debemos comprender candidatos, asesores y partidos que se debe desarrollar la autenticidad por lo que se debería inducir un auténtico liderazgo para que el candidato sea capaz de liderar por sí mismo, a través de su marca personal, y que pueda ser capaz de influir, mover masas por lo que es y por lo que hace, las personas ya no quieren títeres, ni personajes interpretados, quieren lideres auténticos.
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